Imágenes: Teatro Alejandro Tapia y Rivera. Archivo General de Puerto Rico.
El edificio donde está ubicado el Teatro Alejandro Tapia y Rivera en el Viejo San Juan, es uno de los espacios teatrales más antiguos de la Isla. En 1832 abrió sus puertas; durante el siglo XIX y principios del XX, se llamaba “Teatro Municipal”, pero en 1938 fue nombrado Antonio Paoli y en un tiempo después finalmente se cambió el nombre a Alejandro Tapia y Rivera.
La sala teatral está localizada frente a la Plaza Colón en la calle de la Fortaleza. Esta estructura se diseñó por el ingeniero José Navarro y Herrera. La edificación representa el estilo neoclásico que surgió en el siglo XVIII. En este teatro se presentaron óperas, obras dramáticas, ballet y muchos espectáculos musicales.
El por qué se decidió construir un teatro
Por la falta de un espacio adecuado para presentar obras teatrales en la isleta de San Juan, el gobernador de esa época, Miguel de la Torre, solicitó al ayuntamiento la aprobación de un teatro público en 1824. La construcción duró ocho años para culminar, el costo de la obra fue de 155,000 pesos y se recaudó aumentando el impuesto a la libra de pan y a las bebidas alcohólicas.
En 1830 faltaba poco para culminar la obra, pero mientras, era utilizado para celebrar bailes oficiales. Dos años después llegó el día de la inauguración (1832), con un concierto del inglés William Pearman.
El edificio se diseñó con rasgos arquitectónicos neoclásico en el exterior, mientras que por dentro tenía herradura, palcos y lunetas, además de un gran salón de baile. La decoración estuvo a cargo de Jenaro Pérez Villamil, un pintor muy famoso. El espacio tenía capacidad para más de 600 personas. El Teatro Tapia y Rivera durante estos años se ha remodelado en varias ocasiones.
En 1948, cuando estaba al mando Felisa Rincón de Gautier como alcaldesa, fue cuando recibió el nombre de Alejandro Tapia y Rivera, en conmemoración del dramaturgo del siglo XIX. En 1976 las remodelaciones fueron con estilo original con el fin de devolverle al teatro modernismo y originalidad.
El Teatro ha sido protagonista de infinidades espectáculos clásicos y populares, donde también realizaron festivales. Uno de los grandes fue el Teatro Puertorriqueño e Internacional, todos creados por el Instituto de Cultura Puertorriqueña.
Entre las grandes obras que se ejecutaron en 1832 estuvieron Blanca y Montcasin, Nueva invención (obra italiana, 1833). Además de La mancha de sangre (drama, 1844) y El Olimpo (opereta italiana, 1848). Ya en el 1950, se desarrolló la primera obra puertorriqueña Guarionex del músico Felipe Gutiérrez y Espinosa.
