Ponce de León era el portavoz de los agricultores, debido a su habilidad como inversionista agrario; el obedecía a una filosofía castellana de Tierra de Campos en la cual había nacido
El 13 de julio de 1517, presentó Juan Ponce de León, una relación detallada defendiendo el porqué del beneficio de la estadía en la ciudad de Puerto Rico (Caparra) y por este medio contradecía las declaraciones de los representantes y las observaciones del licenciado Rodrigo de Figueroa. No obstante, en una carta escrita por Pero de Cárdenas, para esa misma fecha, él insiste en que el nuevo lugar ha sido examinado por médicos y promete ser el más “sano que hay por estas partes por estar en parte alta e sobre peña, e donde todos los aires le corren lympios de la mar…pues lo principal en todas las cosas es la salud, la cual falta, que nendguna criatura se cría”.
Añade que, sobre el camino para llegar a él: “…es tan oneroso e incompatible el camino que ay dendesta Cibdad a la Mar, que por non le andar, nengund vecino va a ver las náos que vienen de Castilla, e proveerse de las cosas necesarias, de cuya cabsa vienen todas en poder de regatones, e se venden a precios exesivos, lo qual es cabsa destar en tanta necesidad como están los vecinos della”.
La lucha durante la decisión de la mudanza delata documentalmente que existe una división socioeconómica entre comerciantes y agricultores.
Ponce de León era el portavoz de los agricultores, debido a su habilidad como inversionista agrario. El obedecía a una filosofía castellana de Tierra de Campos en la cual había nacido. Es durante la monarquía isabelina (1474-1504), que según la profesora Mercedes Borrero Fernández, en las áreas de cultivo de la meseta norte “… el escaso valor de las tierras agrícolas no impidió la expansión de la propiedad de cereal, bien representada por las heredades en manos de caballeros y gente principal de la ciudad…”.
Específicamente sobre la zona de Becerril de Campos, un estudio de los libros de pecherías, llevado a cabo por el profesor Hipólito R. Oliva Herrer, refleja que, en esta zona a fines de la edad media, se encuentra un grupo de labradores acomodados, y agricultores dueños de las tierras. En una segunda mitad del siglo XV delata que Palencia era el granero de castilla. Como resultado esta es parte de la razón por la cual había sido seleccionado para venir al Nuevo Mundo. Estuvo acompañando a frey Nicolás de Ovando en su nave como paje del rey Fernando el Católico en 1501. Su encomienda original en Higüey fue la de poblar y desarrollar la agricultura en esa área de la isla de La Española.
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Ovando había invertido, según el profesor Esteban Mira Caballos, en una combinación de explotación del sector minero y del agropecuario teniendo en esta forma “el mérito de rentabilizar la agricultura y la ganadería”. Por este motivo, debido a que el factor inversionista se controlaba por la corona de Aragón. La explotación de minas de oro y comercial obedecían la iniciativa del secretario del rey Fernando, Lope de Conchillos. Y es por esto que Ovando se desplazó políticamente en 1509. Los intereses aragoneses eran contrarios a una encomiable inversión en la economía agropecuaria. La agricultura en los otros reinos y por los inversionistas se consideró “vil y propia de moriscos” y no querían “sembrar pan o poner viñas”.
En 1508, cuando Juan Ponce de León se nombró gobernador de la isla de San Juan Bautista, por el comendador frey Nicolás de Ovando. Esa era su asignación principal: el desarrollo agropecuario y ganadero. Sin embargo, al ser desplazado Ovando en 1509 por Diego Colón, el control de la gobernación del Nuevo Mundo. Y con ello el padrinazgo de Ponce de León por parte de Ovando queda en una situación precaria.
Podemos concluir que Juan Ponce de León nunca apoyó las negociaciones para la fundación de la ciudad de San Juan en 1521. Debido a su inversión en el sistema agropecuario y ganadero en Caparra. Parte de la isla de Puerto Rico en febrero de 1521 y muere en Cuba en julio de ese año. Los fueros y cartas pueblas fundacionales se firmaron el 20 de julio de 1521 por el regente de Castilla a nombre de rey Carlos I de Castilla, Adriano de Utrecht en la ciudad de Logroño.
