En la actualidad podemos ver desde el Morro, aquellas ruinas del antiguo leprocomio, el cual era el lugar donde se ubicaban las personas con lepra para ese entonces.
Son muchas las personas que no han tenido la oportunidad de conocer completamente la Isla de Cabras; el cual es considerado un lugar cargado de grandes historias y que durante años ha sido uno de los espacios más emblemáticos que posee nuestro Puerto Rico. Cabe resaltar, que la Isla de Cabras no se destaca solo por tener una de las mejores vistas; sino que también por el significativo pasado histórico que este posee, de muchos años y para sus visitantes es una maravilla conocer.
Ahora bien, el Parque Nacional Isla de Cabras nos permite de disfrutar de la vista del Castillo San Felipe del Morro desde otro ángulo. La Isla de Cabras se localiza en la entrada de la Bahía de San Juan, por ello la primera visión que tenemos de ella es el Castillo del Morro; para muchos puede que sea una simple entrada de tierra, sin embargo, tiene una historia esplendida e importante para todos sus habitantes.
Una historia que con el pasar del tiempo destaca
Si nos vamos un poco a la historia de esta hermosa isla, encontramos que esta antiguamente fue utilizada como bastión militar, esto se debió a su ubicación la cual era considerada altamente estratégica. Teniendo en cuenta, que para llegar a la isla solo se podía en bote; pues esta se usó para albergar a aquellas personas que padecían la terrible enfermedad de la lepra. En la actualidad podemos ver desde el Morro, aquellas ruinas del antiguo leprocomio; el cual era el lugar donde se ubicaban las personas con lepra para ese entonces. Para ese momento, la ubicación de la isla era adecuada para poder mantener a los enfermos aislados y resguardar a los demás habitantes, pues la comunidad más cerca se encontraba bastante retirada de la isla.
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Al no tener la cura para tan terrible enfermedad; lo mejor que se podía hacer en ese momento era aislar completamente a los enfermos con lepra. Por ello, era normal en ese entonces que las personas que padecían la enfermedad fueran separadas permanentemente de la sociedad y de esta manera contener la propagación. Cabe resaltar que ni las condiciones de vida, ni el tipo de clima de la isla eran adecuadas para este tipo de enfermedad. Sin embargo, este mecanismo de aislamiento fue pensado para evitar que se continuara propagando la enfermedad. Con el pasar de los años, se comenzaron a tomar otras medidas para manejar la enfermedad hasta lograr erradicarla por completo.
Un paisaje tropical de mucha tranquilidad
Vale decir, que, en la actualidad, la Isla de Cabras es un ambiente recreativo que resguarda la historia de uno de los momentos más complicados vividos por los puertorriqueños. Hoy, esta isla de encanto se caracteriza por ser un lugar de tranquilidad, con su fresca brisa y una de las mejores vistas de un paisaje netamente tropical y maravilloso.
Además, de ser una sede del Club de Pesca de Isla de Cabras y del polígono de la policía de Puerto Rico; cuenta con un destacamento de la policía y su entrada es totalmente libre. Dentro de toda la maravilla; que hoy por hoy destaca a la Isla de Cabras, su historia se ha convertido no solo en un símbolo, sino, la representación de la magnitud histórica del pueblo al cual pertenece Toa Baja; el Fortín de San Juan de la Cruz, el cual es comúnmente llamado “El Cañuelo”.
Este baluarte lugar, en su momento histórico, fue el diseño que sustento a las guarniciones; con 6 cañones que ocuparon un máximo de 12 soldados que defendían la entrada de la bahía de San Juan y la boca del río Bayamón; donde se podía apreciar el fuego cruzado entre cañones del fortín y el castillo del morro. Este lugar, también fue utilizado estratégicamente para resguardar y contener a los leprosos. Hoy en día, es un sitio de esparcimiento, de gran tranquilidad donde se resguardan recuerdos memorables de una historia de héroes y grandes victorias.
