Imagen: Victoria Espinosa (Fotos por Ricardo Alcaraz)
El telón de la eternidad subió para presentar en su escenario a la decana del teatro puertorriqueño, Victoria Espinosa, figura muy importante en la historia del desarrollo y el amplio quehacer teatral de nuestro país. “Vicky”, como cariñosamente le decían, nació el 26 de marzo de 1922. De gran imaginación, desde niña tenía inclinaciones artísticas. Estudió en la escuela Central High donde se graduó de ciencias comerciales y trabajó durante algún tiempo como secretaria.
Espinosa, natural de Santurce, ingresó a la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras en 1945. Al año comenzó a tomar seminarios de teatro con Leopoldo Santiago Lavadero y entendió que se enamoró de esa disciplina. Agradeció siempre a este profesor, quien junto con el doctor Ludwig Schajoicz, le ayudaron mucho y se convirtieron en sus mentores. Con ellos participó en varias actividades teatrales como el Teatro Rodante y pudo llevar a toda la isla varias obras de teatro.
Al graduarse de Bachillerato en Drama, trabajó como ayudante en el Departamento de Vestuario, se inició como maestra y dirigió algunas piezas teatrales, mientras estudiaba su maestría en Estudios Hispánicos, en la que realizó su tesis sobre la técnica dramática de Federico García Lorca. Inició además el teatro infantil, el cual se convirtió en la reconocida Comedia Universitaria, donde podían participar jóvenes de las escuelas públicas del país, además de universitarios.
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Fueron innumerables las piezas que montó y dirigió. No podemos dejar de mencionar que por la gran admiración que sentía hacia el dramaturgo español Federico García Lorca y en reconocimiento a su labor al promover su obra, le fue otorgado el premio Pozo de Plata, máximo galardón del museo Casa Natal de García Lorca en Granada, España.
Entre los años 1964 a 1969, becada por el Instituto de Cultura Puertorriqueña, fue a estudiar a la Universidad Autónoma de México donde hizo un Doctorado en Teatro Práctico, que fue el primero en concederse en esa disciplina. Su disertación doctoral se basó en el teatro del dramaturgo puertorriqueño René Marqués.
Presentó la obra Los Soles Truncos con tal éxito, que consagró a Marqués como el más sobresaliente dramaturgo de su generación. A su regreso a Puerto Rico, la Doctora Espinosa dirigió gran cantidad de obras memorables, abriendo talleres de trabajo a la clase artística.
Su inmensa pasión por el teatro la llevó desde la investigación a la cátedra, dirección y publicación. La nombraron directora del Instituto de Cultura Puertorriqueña en 1985. Más adelante, creó además el Colegio de Actores y la Asociación de Productores de Teatro. Mediante su trayectoria y bagaje nos transmitió prestigio y lo que significaban para ella las artes escénicas. Es conocida como la máxima sacerdotisa del teatro nacional.
Desde que comenzó como estudiante en Drama, su vida estuvo dedicada totalmente al arte de la representación. Su dedicación al quehacer teatral ha sido encomiable. Representó dignamente los valores humanísticos de la profesión: no sólo fue humanista por su formación, sino por la continua gestión para rescatar y mantener los valores de la filosofía griega: verdad, bondad, y belleza. Ejemplificó la verdad en su labor, la bondad en su humildad y en el trato hacia quienes la rodeaban y la belleza en su persona.
Fue reconocida por su labor a nivel nacional e internacional, y recibió innumerables premios y reconocimientos. En 1997 fue la primera teatrista puertorriqueña en recibir el premio “Lifetime Achievement Award” otorgado por el grupo Avance de Teatro en Miami. El Music Hall de Santurce fue designado, en el 2000,
Sala Experimental de Teatro Victoria Espinosa, en reconocimiento a su aportación al teatro durante más de cincuenta años de labor ininterrumpida y su legado artístico a nuestra cultura. En 2003, recibió la más alta distinción académica: Profesora Emérita de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.
Tras una larga vida dedicada a su gran pasión, Victoria Espinosa falleció a la edad de 97 años el 7 de julio de 2019. El escenario ideal para rendirle homenaje de despedida a esta gran artista y profesora fue el del Teatro de la Universidad de Puerto Rico. ¡Hasta Siempre Vicky!
Presentan documental sobre Victoria Espinosa y Luis Maisonet
Durante el pasado mes de julio, el Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) anunció el lanzamiento oficial de Crónicas 90, con el relato del incalculable legado aportado a la cultura puertorriqueña por la pareja compuesta por Victoria Espinosa y Luis Maisonet.
“Como un homenaje al legado dejado por la gran Victoria Espinosa, estaremos estrenando este importante proyecto con su historia junto a su inseparable Luis Maisonet. Vicky y Luis, representan el amor y la pasión por el arte, el teatro y la cultura de nuestra Isla. Precisamente eso queremos reconocer en Crónicas 90, las vidas de todas estas figuras entregadas a su oficio y a la gestión cultural,” expresó Carlos Ruiz Cortés, director ejecutivo del ICP, acompañado por Sol Victoria Maisonet Espinosa, hija de Victoria Espinosa, durante una conferencia de prensa el pasado mes de julio.
Crónicas 90 es una producción del Instituto de Cultura Puertorriqueña, la National Endowment for the Arts y Casa Estudio ‘81. Los documentales estarán disponibles en la página del Archivo Virtual del Instituto de Cultura Puertorriqueña, archivoicp.com, y en las redes sociales del ICP.
