Imagen: Hospital de la Concepcion, el Grande, hoy entrada a la Escuela de Artes Plásticas. En la foto se muestra rótulo al Callejón del Hospital. Foto por Carmen Alicia Morales.
Por Carmen Alicia Morales
Durante la edad media, la medicina monástica contribuyó significativamente al desarrollo de las ciencias médicas. Independientemente del servicio comunitario farmacológico que ofrecían a la comunidad, los monasterios fueron centros de copia, traducción y transcripción de importantes obras médico-científicas. Sus boticas constituyeron lugares apropiados para investigar y estudiar plantas que se convirtieron en fármacos necesarios de acuerdo con los adelantos del momento.
Los centros monásticos alojaron hospitales para enfermos, pobres, viajeros o peregrinos porque en ellos se llevaba a cabo la práctica de la caridad y la hospitalidad como parte de la filosofía religiosa monacal. En la segunda mitad del siglo XV en Castilla, toman conciencia las autoridades laicas (municipales, monárquicas) y se comienza a atender los servicios sociales y hospitalarios a través de fundaciones privadas. Este modelo de asistencia pública será controlado financiera y administrativamente por damas nobles castellanas. Una segunda mitad del siglo XV confirma el desarrollo monárquico de las fundaciones hospitalarias debido a que, evidentemente, los fondos de la monarquía de Isabel la Católica fueron utilizados para este propósito.
La fundación de hospitales reales vaticina un cambio drástico en la administración pública de la salubridad en Castilla. La documentación de protocolos de fundación y administración de hospitales es profusa. El despliegue de escenas de curaciones y hospitales en la imaginería de libros medievales apoya el desarrollo hospitalario con detalles de curaciones, higiene y administración de las salas. Estas escenas ayudan a apoyar los protocolos hospitalarios escritos durante su fundación para administrarlos.
Desde principios del siglo XVI se percibe en Castilla el crecimiento de un sistema de salud pública que toma auge y se define como una relación empresarial que, debido a la proliferación de hospitales fundados por damas nobles, funciona individualmente. Sin embargo, el sistema hospitalario castellano, durante este periodo de tiempo, se concibe como el principio de un complejo de control de sanidad monárquico debido a que la reina toma la iniciativa de diseñar la correspondencia de la serie llamada “hospitales reales”. Los hospitales de guerra eran una realidad, en especial durante la Guerra de Granada (1482-1492) cuando la reina mandaba tiendas, camas, médicos, comida, y su presencia, en especial para las campañas.
Hospital de la Concepción
Este breve recuento delata que Castilla, durante el periodo de colonización del Nuevo Mundo, había establecido un sistema de salubridad hospitalaria para solucionar las necesidades rurales y citadinas. El primer hospital del cual se tiene constancia en la isleta de San Juan aparece temprano durante el proceso de la mudanza y se llamó Hospital de la Concepción. Se puede concluir, entonces, que, debido a su temprana aparición, fue parte de la planificación diocesana urbana al igual que el Hospital de Santa Fé, en Granada, que se concibe como parte de la fundación de la ciudad en 1491. Debido a su unicidad implícita dentro del islote, es una extensión del sistema de caridad comprometido para proveer alojamiento a los viajeros, cuidado de enfermos y lugar para morir. Este es el caso del viajero fray Junípero Serra cuando se instala en el hospital en 1749. El hospital tenía que seguir el patrón administrativo de su época y ofrecer los servicios básicos de profesionales, como médicos y farmacéuticos. Ambos eran empleados de acuerdo con el protocolo hospitalario, distinguiendo sus limitaciones económicas. El Hospital de la Concepción se estableció en lo que hoy día es la capilla y cuido para envejecientes de las Siervas de María. Futuras incursiones arqueológicas en sus instalaciones pueden ser fructíferas para comprobar cuál fue la original dentro del complejo estructural.
Hospital de la Concepción el Grande…
Era claro que para el siglo XVIII las instalaciones del Hospital de la Concepción no cumplían con el problema de salubridad debido al crecimiento de la población. El obispo Manuel Jiménez Pérez (1772-1781) comenzó la construcción del Hospital de la Concepción en la calle San Sebastián en 1774 bajo la dirección del arquitecto Bartolomé Fammi. En 1780 había logrado terminarlo y dos años después tenía 500 camas. Abrió sus puertas el 3 de junio de 1780. En 1779 ofreció servicio y apoyo al sistema militar y quedó más adelante como Hospital Militar con el nombre popular de Hospital de la Concepción, El Grande.
Es dedicado a la Inmaculada Concepción porque la Virgen se convirtió en patrona de los Tercios Españoles y, por herencia, eventualmente de la actual Infantería Española. Entre el 7 al 8 de diciembre del 1585 ocurre, durante la Batalla de Empel, el milagro de la Virgen de Empel. Los soldados españoles esperaban hambrientos, bajo la lluvia, y esa horrible noche se helaron las aguas del río Mosa. Pero el Tercio español, invocando y sabiéndose protegido por la Virgen, derrotó una flota de 100 barcos de rebeldes de los Países Bajos. De ahí, eventualmente la Virgen de la Concepción es adoptada por el ejército y después por la actual Infantería Española y de ahí el nombre del hospital.
