El Normandie: Reminiscencia de una hermosa e inolvidable historia de amor

Por: Andrea Yambot Lugo
El Adoquín Times

Como símbolo de una época esplendorosa, la otrora distinguida y exclusiva hospedería convertida hoy en una solitaria y abandonada estructura emerge en nuestra memoria la evocación de una hermosa historia de amor. Mientras realizaba un viaje a bordo del barco SS El Normandie, el ingeniero puertorriqueño Félix Benítez Rexach conoce a la dama francesa Lucienne Suzanne Dhotelle, mejor conocida como “Moineau”, quien con sus encantos le cautivo de inmediato. Luego de vivir un apasionado idilio, contraen matrimonio y se instalan a vivir en Puerto Rico. Como obsequio de boda, el ingeniero Benítez decide regalar a su esposa un hotel en forma de barco, como homenaje a un amor que nació entre el movimiento de las olas del mar.

El diseño de la obra le fue encargada al arquitecto Raúl Reichard, quien resaltó lo más impactante y majestuoso del vapor Normandie en el que fue inspirado resultando en un excelente ejemplo del estilo art déco en la Isla que le convirtió en un edificio de gran valor histórico y sentimental. Comenzó su construcción en 1938 y fue inaugurado el 10 de octubre de 1942, luego que el original vapor SS Normandie, se hundiera en la bahía de Nueva York tras haberse incendiado. Por ser de los primeros hoteles de lujo existentes en el País, sus puertas fueron testigos de los mas grandes acontecimientos sociales y hasta políticos. Desde su imponente letrero neón, fulgurante en todo su esplendo, anunciando su nombre, sus formas representaban el movimiento, el modernismo y la tecnología de la época.

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El Normandie decorado con motivos egipcios, capiteles de flor de loto, murales ricamente policromados y detalles de pan de oro. Muebles y la barra de pura caoba tallada, espejos y todo tipo de ornamentación art déco. Suntuosos salones palaciegos. Sus siete pisos estaban organizados alrededor de un patio interior y un sótano. En el primer nivel había una piscina, áreas comerciales, cuartos de almacenaje, el vestíbulo principal y una entrada posterior. En el sexto piso estaban el Salón de Oro, el gran salón de baile, el salón de banquetes llamado Salón de Plata y el Salón Casino para juegos. Mientras que en el séptimo piso albergaba amplias habitaciones, el comedor y la cocina.

En su ornamentación participaron artistas de Francia, España y República Dominicana. El escenario de este hotel fue espacio para artistas internacionales del País y las grandes orquestas. De inolvidable recuerdo el Bar Voo Doo Room. Se llegaron a filmar películas, telenovelas y algunas series de televisión. Los esposos Félix y Moineau, eran grandes anfitriones para el público. La dama francesa era sumamente excéntrica y su comportamiento rompía las reglas establecidas por la sociedad: fumaba, bebía y vestía pantalones, una moda no muy común es esos tiempos. Y cuentan que a veces se bañaba desnuda en la piscina. Vivían la vida con gran intensidad y su extravagante comportamiento ejercía una inmensa fascinación entre sus huéspedes.

En la década de 1960 la Hospedería fue cerrada y Abandonada. Posteriormente El Normandie se Restauró y reabrió; pero en 1998, el hotel sufrió Renovaciones debido a los daños causados por el huracán Georges. Luego de las mejoras, el hotel Permaneció abierto hasta 2004 cuando comenzó un nuevo proyecto de Renovación. A principios de 2005 el hotel volvió a abrir sus puertas; sin embargo, cerró en 2009 y ha estado cerrado y abandonado desde entonces.

Varias empresas y entidades se han interesado en comprar y reabrir, pero no ha sido posible. Se cree que lo Reducido de su espacio para estacionamiento y la falta de acceso a la playa, han sido las particularidades que ha Limitado su compra a los inversionistas. También, el 29 de agosto de 1980, fue incluido en el Registro Nacional de Lugares Históricos. El Hotel Normandie, bello lugar reminiscencia de un glamour que duerme entre las ruinas de un ayer esplendoroso.

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